Capítulo 1: Yoriichio Kaigaku; el invencible bajo la lluvia
· ¡Señor! ¡Señor Kanto! –exclama un soldado corriendo. Un soldado de aspecto joven corre a través de la lluvia mientras pasa por a lado de varios cadáveres tirados por el suelo, charcos de un líquido rojo se entremezclan con el barro y agua de la lluvia. · ¿Quién demonio pudo lograr hacer esto? –exclama un soldado montado en un caballo · ¡Señor Kanto! –exclama un soldado a lo lejos. · ¡No grites tan fuerte maldito asqueroso! –exclama Kanto enojado. · Lo siento señor... pero con esta lluvia se me dificulta escuchar claro. –exclama el soldado alterado. · ¿Qué pasa? ¿Qué ocurrió? –pregunta un soldado. · Señor, ese chico... el de pelo negro largo... ese chico, ese chico. –exclama el soldado asustado. · Ese chico, ese chico. ¿Qué ocurre? Habla de una vez. · ¡Ese chico mato a todos mis compañeros! –grita el soldado asustado. · ¿¡Qué!? –exclaman Kanto y un soldado a la vez. · ¡No digas estupideces Kentaro, ¿Qué carajos acaba de pasar?! –exclama Kanto enojado. · Ese chico asesino a todos por sorpresa mientras cruzábamos el monte para ir a la aldea de Sekigahara. · Esto es imposible, un simple joven no podría asesinar el solo a un pelotón completo. –exclama el soldado. · ¡Ya me canse de esto, voy a ver qué está pasando! –exclama Kanto enojado. El caballo de Kanto se dirige al campo de batalla, encontrándose varios cadáveres tirados en el piso mientras la lluvia aumenta de intensidad, la sangre y el barro se entremezclan entre sí. Un joven de cabello negro largo empapado de sangre se encuentra arrodillado en el piso mientras sostiene su espada con ambas manos, con un rostro inexpresivo se queda en silencio mientras lagrimas salen de sus ojos. · Yoriichio Kaigaku, ¿Qué hiciste? –pregunta un soldado. Kaigaku no responde. · ¿En serio este chico acabo con todo el pelotón? No hay ningún cadáver enemigo, solo está Yoriichio sentado, entonces Kentaro dice la verdad. –exclama un soldado asustado. Kanto baja del caballo y camina hacia Kaigaku. · ¡Maldito desgraciado, traicionaste a la guardia roja! ¡Esto se castiga con la...! –exclama Kanto desenfundado su espada. · ¡Espere! ¡Capitán Kanto! –exclama Kentaro en advertencia. De forma espontánea, Kaigaku reacciona rápido y corta el brazo de Kanto sin que este se diera cuenta. · ¡¿Pero qué demonios?! –exclama Kanto sorprendido. · No me lo puedo creer, el joven Kaigaku corto el brazo del capitán sin pestañar y este apenas se da cuenta de lo sucedido. –exclama un soldado asustado. · ¡Malnacido! –exclama Kanto atacando a Kaigaku. Kaigaku apuñala a Kanto con su espada en el pecho, Kanto detiene el ataque, Kaigaku saca la espada y decapita a Kanto con una maniobra ágil. El cuerpo de Kanto cae al suelo mientras que la cabeza con una expresión de terror rueda por el campo. · ¡Oh mierda! –exclama Kentaro aterrorizado. Kaigaku voltea a ver y se dirige ante el pelotón del fallecido Kanto, estos se ponen en guardia para pelear pero es en vano, Kaigaku mata a todos mientras estos gritan de dolor y desesperación. Ciudad de Kanazawa (actualidad) En la tranquila ciudad de Kanazawa, personas caminan por las calles haciendo sus rutinas de siempre, de pronto, una mujer de mayor edad es robada por una banda de jóvenes delincuentes. · ¡Auxilio! ¡Se robaron mi bolso! ¡Ayuda por favor! –exclama una anciana preocupada. Los chicos comienzan a ser perseguidos por policías que los siguen por detrás ellos pero estos reaccionan ágilmente y trepan por las bardas para correr encima de los techos de las casas. · ¡Genial! ¡Miren este botín! ¡Comida, telas, dinero! ¡podemos tener esto y nos dará para toda la semana! –exclama un ladrón revisando la bolsa. Un joven de kimono negro con estampados de nubes se asoma por los techos, al observar al grupo de ladrones comienza a saltar por los techos en persecución con los ladrones. · ¡Ay mierda! ¡Genya, tenemos compañía! –exclama el ladrón volteando. · ¡Oh demonios es ese chico de nuevo! –exclama Genya sorprendido. El chico salta donde están los ladrones y logra tirar a uno de ellos, el chico toma por los pantalones al que se caía y lo lanza contra otro de los ladrones. · ¡Mierda! ¡Ya nos alcanzó! ¡Sálvense quien pueda! –exclama un ladrón sorprendido. El chico patea a un ladrón en la cabeza, este pierde el equilibrio y cae a la acera, quedando 2 ladrones por agarrar, el chico acelera el paso, mientras que los policías atrapan a los ladrones y los esposan. · ¿Quién es ese sujeto? –pregunta un policía. · No lo sé, pero es muy hábil y fuerte. –exclama un policía. Los ladrones se detienen un momento para confrontar al chico, uno de ellos saca de su bolsillo una navaja y comienza a amenazar al chico que los persigue. · Oye niño. Aléjate de nuestros asuntos antes de que alguien salga lastimado. –exclama un ladrón. El chico no reacciona ante la amenaza. · ¿Qué? ¿te comió la lengua el ratón? –exclama el ladrón burlándose el chico. El chico se abalanza contra los ladrones, el que traía la navaja reacciona atacando al chico, este reacciona pateando la mano del ladrón haciendo que suelte la navaja, el chico da un giro y patea en la cabeza al ladrón haciendo que este caiga. Genya asustado sale corriendo pero este es atrapado por el chico, dando un salto y propinándole una patada en la cabeza, Genya cae desmayado de los techos haciendo que suelte la bolsa que robo, el chico reacciona a tiempo y toma la bolsa y agarra a Genya por atrás. · ¡Alto ahí! ¡Queda bajo arresto! –exclama el policía acercándose. El chico observa a los policías y decide soltar a Genya, este cace encima de los policías y aprovecha la distracción escapando del lugar. · ¡Oye! ¡Regresa aquí! –exclama un policía. El chico salta por los techos hasta perder a los policías y va con dirección al lugar del robo. · Mi bolsa Senjuro, tenía cosas para esta tarde, ahora esos criminales se lo llevaron todo. –exclama la anciana llorando. · Ya Hanuki, al menos no te hicieron nada. Ya veremos lo del dinero. –exclama Senjuro consolando a Hanuki. El chico baja de los techos y se dirige con Hanuki y Senjuro, este les extiende la bolsa y la señora Hanuki comienza a llorar de alegría. · ¡Mi bolsa! ¡Mi bolsa! ¡Muchas gracias muchacho, mil gracias por recuperar mi bolsa! –exclama Hanuki emocionada. · Muchas gracias Kaigaku por recuperar la bolsa de mi esposa. Estaba tan preocupada por el contenido de la bolsa. –exclama Senjuro agradecido. De nada (Kaigaku) · ¡Alto! ¡Policía! ¡Queda arrestado por el robo de una bolsa! –exclama un policía acercándose. · No es necesario, el vino a darnos la bolsa... -exclama Senjuro. · ¿Y ustedes donde estaban cuando más los necesitaba? Este buen muchacho les hizo el trabajo mientras ustedes andaban de vagos por ahí. –interrumpe Hanuki enojada. · No es eso señora... nosotros estábamos. –exclama un policía asustado. · No me pongan excusas. –exclama Hanuki golpeando a los policías · Kaigaku ¿Por qué no vienes a mi casa para hablar un poco? –exclama Senjuro invitando a Kaigaku. Ok (Kaigaku) Senjuro y Kaigaku van a la casa de Senjuro, se sientan en el borde de la casa mientras que Senjuro les sirve un té a Kaigaku y a él. · ¿pudiste saber algo del paradero de tu padre, Kaigaku? –pregunta Senjuro sirviendo el té. No, no he podido conseguir nada aun (Kaigaku) · Provecho. –exclama Senjuro levantando la taza. Ambos levantan las tazas para darle un trago al té, al terminar, ponen las tazas en el suelo. · Debe ser muy complicado para un hijo encontrar información de su propio padre. Esto te debe de afectar mucho ¿no es así? –exclama Senjuro. La verdad no recuerdo mucho de él, tengo memorias vagas en mi cabeza, apenas y logro darle forma a su rostro (Kaigaku) · Entiendo... eres una persona de pocas palabras. ¿quieres hablar de eso? –pregunta Senjuro. Kaigaku ensucia su dedo con tierra y escribe en su mano. Si (Kaigaku) · Viendo que hablas muy poco, debiste optar por un voto de silencio por algún suceso trágico. –exclama Senjuro. ¿Tiene experiencia en eso? (Kaigaku) · Tengo experiencia en eso, créeme, durante las guerras en mi juventud muchos de mis compañeros optaron por la penitencia del silencio para no hablar de este tema, porque les lastimaba recordar esos fríos momentos de muerte y dolor. ¿Qué tanto debe doler eso? (Kaigaku) · La guerra cambia a uno muchacho, deja de ser soldado para convertirse en una víctima más. –exclama Senjuro. Lagrimas comienza a caer de los ojos de Kaigaku, Senjuro voltea a ver preocupado. · Tan joven para afrontar la vida de un adulto, que barbaridad. Uno jamás piensa en los demás creyendo que lo que están haciendo es lo correcto. –exclama Senjuro tomando té. Fui un monstruo, una bestia con sed de sangre que mataba a todo lo que se me ponía en mi alcance, aun duele mucho (Kaigaku) · ¿Tienes algo, Kaigaku? –pregunta Senjuro. Kaigaku limpia su mano y escribe en la misma con la tierra. Miedo (Kaigaku) · Tienes miedo de volver a ser... –exclama Senjuro preocupado. Kaigaku inclina con la cabeza afirmando la pregunta. · Entiendo... esto debe ser duro para ti. Por esto hiciste el voto de silencio. –exclama Senjuro. Senjuro abraza a Kaigaku, consolando su dolor. · Todo va salir bien muchacho, encontraras a tu padre. Por ahora descansa tu mente y olvídate de eso ¿sí? –exclama Senjuro. Kaigaku asiente con la cabeza respondiendo a Senjuro. Ambos se levantan y terminan de tomar sus tazas de té. · Ven Kaigaku, acompáñame a dentro. –exclama Senjuro invitando a Kaigaku. De acuerdo (Kaigaku) Ambos entran a la casa de Senjuro. Senjuro se dirige para una habitación mientras que Kaigaku observa a su alrededor. · Espera ahí Kaigaku, voy por algo que quiero darte. Siéntete como en casa. –exclama Senjuro alejándose. Kaigaku se sienta en el piso cruzado de piernas, observando el interior del hogar, dirige la mirada a una pequeña estantería donde encuentra una espada colgada con una hermosa funda, con grabados de flores color blanco con amarillo, esto genera una mueca de felicidad en el joven, dirige la mirada para su izquierda y observa un altar con fotos y velas blancas encendidas, esto produce un sentimiento de melancolía en Kaigaku. · Él era mi hermano. –exclama Senjuro de la nada. Kaigaku voltea a ver sorprendido a Senjuro mientras este sostiene una espada entre sus manos. Senjuro tiene un rostro triste mientras observa el altar. · Mi hermano mayor Senju y yo habíamos participado en la guerra, recuerdo que ambos teníamos apodos para comunicarnos entre si... entrenamos juntos y participamos en muchos combates siendo los más destacado. Hasta que Senju fue asesinado por uno de esos malditos de la guardia roja... esto es lo único que tengo de él, su espada, el único recuerdo de su vieja esencia. –exclama Senjuro recordando. Kaigaku se levanta, extiende los brazos para tomar la espada pero sus manos comienzan a temblar y comienza a dudar de sí mismo si tomar la espada o no hacerlo, Senjuro posiciona su manos arriba de las de Kaigaku y suelta la espada en sus manos. El temblor de sus manos continúa pero aun así decide desvainar la espada, separando la espada de la funda con cada mano, Kaigaku juega un poco con la espada para conocerla a detalle. Ligera y firme, buena para asestar cortes rápidos pero frágil para bloquear ataques (Kaigaku) · Es una espada hecha a las medidas que demando Senju, era un hombre de complexión alta y musculosa, así que si la sientes un poco pesada es por eso. –exclama Senjuro. Me agrada (Kaigaku) Guarda la espada en la vaina y decide asentarla en el piso, voltea a ver la espada colgada y Kaigaku apunta de forma curiosa. · Oh... ¿quieres agarrar mi espada? Adelante, puedes tomarla. –exclama Senjuro alentando a Kaigaku. Senjuro toma la espada de la estantería y se la pasa a Kaigaku, este la toma con ambas manos y la desenfunda. Ligera y firme, perfecta para hacer movimientos rápidos y contraataques certeros. Me agrada (Kaigaku) · ¿Qué te parece, Kaigaku? –pregunta Senjuro. Kaigaku cierra los ojos y comienza practicar con esta, haciendo movimientos rápidos dignos de un samurái experimentado, Senjuro queda impresionado por las habilidades y movimientos de Kaigaku. · ¡Wow! ¡Eres muy increíble, Kaigaku! –exclama Hanuki emocionada. Kaigaku se detiene y observa a la señorita Hanuki contenta por las habilidades de Kaigaku, esto provoca una mueca de felicidad. Supongo que puedo darme la oportunidad de tomar la espada una última vez en la vida (Kaigaku) Una explosión suena a lo lejos de la casa, interrumpiendo el buen momento cambiando a un estado de alerta, la señora Hanuki se asusta pero Senjuro la sostiene para protegerla, Kaigaku alertado deja la funda en el piso y se aproxima a la puerta para asomarse. · ¿Qué fue eso? Sonó a una explosión muy fuerte. –exclama Hanuki asustada · Kaigaku ¡Kaigaku! ¿Qué está ocurriendo? –pregunta Senjuro alterado. Kaigaku se asoma por la puerta viendo la calle y ve que es un completo caos, gente huye de las calles atemorizadas de algo, Kaigaku vuelve a entrar y les indica a los señores que se escondan. · ¿Qué está pasando Kaigaku? ¿Por qué hay gente gritando? –pregunta Hanuki. Iré a revisar para ver qué ocurre, mientras tanto escóndanse por si algo pasa. Cerrare la puerta por afuera para evitar que entren invasores, tocare la puerta 3 veces para que sepan que soy yo (Kaigaku) · ¿estás seguro que no quieres que te acompañe? –pregunta Senjuro. No es necesario, si algo malo ocurre, escapen por atrás y diríjanse a la aldea más cercana (Kaigaku) Kaigaku sale por la puerta pero es detenido por la señora Hanuki que sostiene su mano. · Por favor cuídate muchacho, nos alegra tu presencia en esta ciudad. –exclama Hanuki preocupada. Kaigaku asiente rápidamente la cabeza y cierra la puerta, Senjuro asegura la puerta con llave y proceden a ocultarse. · Senjuro... Kaigaku es un muchacho indefenso, ¿y si algo malo le pasa? –exclama Hanuki preocupada. · Aunque no lo creas Hanuki, Kaigaku es más de lo que tú crees. –exclama Senjuro seguro. · ¿A qué te refieres? –exclama Hanuki dudosa. Kaigaku corre por las calles para auxiliar a los civiles que escapan, pero al ver las calles vacías, toma la decisión de subir a los techos para tener una mejor vista. ¿Qué estará ocurriendo? (Kaigaku) Kaigaku corre por los techos, saltando de uno en uno hasta que el grito de una mujer llama su atención, yendo Kaigaku al rescate. Una mujer joven es retenida en un callejón cerrada por 3 soldados armadas con espadas. · Por favor no me hagan nada... ¡Tomen! Tomen todas mis cosas pero por favor no me hagan nada. –exclama la chica asustada. · ¿Qué opinas Gankai? ¿Nos divertimos con ella o la llevamos con Lord Genichiro? –pregunta un soldado con rostro siniestro. · Yo digo que la violemos y luego la matemos. –exclama otro soldado. · ¡No por favor, alguien ayúdenme por favor! –exclama la chica desesperada. Los soldados se acercan hacia la chica y comienzan a tocar su cuerpo, uno de ellos bota la bolsa que traía la chica en una de sus manos, comenzando a quitarle la blusa. Un filo metálico fino atraviesa el pecho de uno de ellos, este baja la mirada mientras que los otros 2 voltean a ver a Kaigaku que había apuñalado por detrás al soldad, Kaigaku retira el filo haciendo que este caiga de rodillas y ataca al soldado de la derecha, el de la izquierda ataca a Kaigaku, este reacciona rápido y patea en el pecho al soldado haciendo que retroceda, Kaigaku en un movimiento rápido raja el cuello del soldado, este cae a un lado, muerto. Kaigaku le extiende la mano a la chica, este dudando la toma y es levantada del piso. · Mi bolsa. Tengo cosas muy importantes en mi bolsa. –exclama la chica preocupada. Kaigaku toma la bolsa y recoge las cosas hasta toparse con un rollo de papel, con una mirada rápida observa una parte del rollo. "Para Shion Karumi" ¿Shion Karumi? Se estará refiriendo al señor feudal de esta región. Está chica podría ser una espía o cartera (Kaigaku) Despejando su mente, guarda el rollo en la bolsa y se la pasa. · ¡Muchas gracias! ¡De verdad, muchas gracias! ¡Qué buda este de su lado! –exclama la chica emocionada mientras se aleja del lugar. ¿Sera que estos sujetos vinieron por ella? (Kaigaku) Kaigaku examina a los soldados buscando en sus bolsillos hasta que nota algo que llama su atención, gira el cadáver de uno de ellos y observa un logo que se le hace familiar. ¡¿Clan guardia roja?! ¡¿Qué carajos está haciendo aquí?! Lo chica con ese rollo con dirección al señor feudal. ¡Mierda! ¡¿Esos sujetos están aquí por ella?! ¡¿Oh podría ser yo?! (Kaigaku) · ¡Hey! ¿Qué haces robando los cadáveres de esos honorables soldados? –exclama un soldado de pronto. Kaigaku voltea a ver y ve a 2 soldados enfurecidos se quedan viendo a Kaigaku, uno de ellos se abalanza a Kaigaku con lanza entre las manos con dirección a él. · ¡Maldito muerto de hambre, aprenderás a respetar a los muertos! –exclama un soldado. La punta de la lanza se acercaba a Kaigaku hasta que este se mueve a un lado, baja la lanza poniendo el pie encima del palo haciendo que el soldado caiga aprovechando el momento, Kaigaku ataca al soldado por el cuello, otro soldado se abalanza hacia Kaigaku con espada en manos, Kaigaku apuñala al soldado por el cuello, el soldado se arrodilla y Kaigaku retira la espada del cuello, haciendo que la sangre salga disparada de la herida, el soldado cae muerto. Tengo que salir de aquí (Kaigaku) Kaigaku comienza a correr por las calles, observando casas abandonadas, casas con agujeros y algunas prendidas fuegos, aunque no haya gente adentro, este sigue su camino. · ¡Mierda! ¡Ya están aquí, salga de aquí! –exclama un policía cayendo a sus espaldas. · ¡Salgan de aquí! –exclama un policía tambaleándose. Uno de los policías toma su pistola y dispara contra el enemigo que estaba al frente suyo, unas flechas caen a la espalda del policía que alertaba a los civiles y cae muerto. · ¿Hitomi? ¡¿Hitomi!? ¡Por favor no me dejes solo! –exclama el policía revisando a su compañero. El policía se levanta pero este es atravesado por el hombro, un caballo asoma la cabeza y la persona que lo montaba alza al policía por el aire, el policía muere y el auto lanza a un lado con fuerza el cadáver del policía. El caballo se mueve adelante revelando otro caballo por detrás, dos figuras montadas en los caballos observan el suelo. ¡¿Genichiro Hashin?! (Kaigaku) · Realmente es una pena... pensaba que la policía de esta ciudad estaría más preparada para estas situaciones. –exclama Genichiro decepcionado. · Es un hermoso día nublado. El frio viento acaricia mi cara, refrescando mi calor. –exclama un muchacho con los ojos cerrados. dos figuras, un hombre adulto de cabello largo oscuro, sin playera, con un sombrero de paja yacido en su cabeza sujetado por una cuerda por debajo del mentón y un joven de cabello negro puntiagudo recogido en una cola de caballo, vistiendo un hermoso kimono morado con negro.